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Liturgia día: Los Santos Inocentes Jueves, 28 de diciembre de 2017


Liturgia Viva del Los Santos Inocentes

LOS SANTOS INOCENTES, Fiesta 
(1 Jn 1,5 – 2,2; Mt 2,13-18)Introducción
La celebración de hoy nos sorprende y conmociona al verificar que el nacimiento de Cristo no supuso que todo era paz y alegría. La venida de Jesús fue el principio de una lucha-a-muerte entre los poderes del mal y el reino de la luz, una lucha que tendría su climax en la pasión y muerte del mismo Jesús. Herodes representa aquí las fuerzas del mal. Con frecuencia, incluso niños inocentes son víctimas de esta enemistad.
La historia de los Santos Inocentes puede muy bien ser una ilustración teológica de Mateo sobre este formidable choque entre el bien y el mal, que comenzó con el nacimiento de Jesús. Con frecuencia los inocentes tienen que sufrir a causa de tanto mal en el mundo, causado desgraciadamente por seres humanos.

Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Los Santos Inocentes,
mártires a los que hoy honramos,
dieron testimonio de ti
no proclamando tu nombre con palabras,
sino entregando su vida por ti,
aun sin ser conscientes de ello.
Te rogamos en el día de su fiesta
que sepamos nosotros
dar testimonio consciente de ti,
tanto por las palabras que decimos
como por la forma como vivimos nuestra fe.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Lecturas del Los Santos Inocentes

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (1,5–2,2):

Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 123,2-3.4-5.7b-8

R/. Hemos salvado la vida,
como un pájaro de la trampa del cazador

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R/.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R/.

La trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,13-18):

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»

Palabra del Señor

Intenciones

  1. Para que todos los seres humanos, pero especialmente los niños, se vean libres de sufrimiento, malnutrición y maltrato, roguemos a Dios nuestro Padre misericordioso.
  2. Para que los niños no sean víctimas de padres poco cariñosos, que no los quieren y los abandonan, mientras ellos se separan el uno del otro, roguemos al Señor.
  3. Para que todos los niños tengan padres cariñosos que les ayuden a crecer hacia una rica y madura adultez, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro;
Te presentamos con ilusión
estos nuestros dones de pan y vino;
acéptalos como ofrenda de tu pueblo fiel,
para que seamos fortalecidos en nuestra fe.
Que lleven también salvación
a los que algunas veces llamamos cristianos anónimos,
que todavía no te conocen,
pero que te buscan con sincero corazón
intentando hacer siempre lo que es recto y bueno.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor, Dios, eterna luz:
Todos nosotros participamos en esta lucha-a-muerte entre la luz y la tiniebla.
Que la luz de tu amor y de tu paz
ilumine a todos los hombres en el mundo entero,
para que nuestra solidaridad en el mal del pecado
se transforme en una nueva solidaridad
de justicia, perdón y amor,
por la venida entre nosotros de tu Hijo,
Jesucristo nuestro Señor.

Bendición
Hermanos: Le pedimos hoy al Señor que bendiga de manera especial a nuestros niños, para que crezcan como hijos de Dios, como buenos cristianos y buenos ciudadanos.
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.